Fotografía: Cortesía Ren.acida Fotografía |
CUARTO
FRACTAL
Es una compañía local que se
fundó en 2014, muy peculiar porque son artistas que se dedican a otras cosas
además de la danza y trabajan por proyectos. No es una compañía que dentro de sus
objetivos sea estar todo el tiempo en el escenario o estar activos por
determinado tiempo. El nombre de Cuarto
Fractal surge porque para Gabriel la danza es un fractal de la vida, de
todas las cosas que hace en la vida.
PROCESO
CREATIVO DE PIEDRA Y PLANTA
La pieza de Piedra y Planta se empieza a crear en el
año 2016, una coreografía hecha por Gabriel Ledón. En el 2017 llevaron la obra al
Festival Colima de Danza, en la semana de la Cultura Zacatecana, en
Aguascalientes en la semana cultural de la feria de San Marcos, en el Festival
de Solos y Duetos de Culiacán y en la Ciudad de México. El día 23 de abril se
presentó dentro de la XX Muestra Internacional de Danza Cuerpos en Tránsito Tijuana
en el Centro Cultural Tijuana (CECUT) con la colaboración de Producciones
Escobedo y el Conservatorio de Danza México a cargo de las codirectoras Dulce y
Marianna Escobedo.
“El
título Piedra y Planta hace alusión a dos estados naturales. Una es la piedra
que es un objeto que no cambia, y es referente a lo concreto. Y planta es todo
lo contrario, es digamos una cosa que es orgánica, que crece, se reproduce y
entonces a partir de ese pensamiento fue que quisimos hacer una pieza. Tuve la
intención de hacer una pieza que fuera concreta pero voluble, terminada pero al
mismo tiempo inacabada porque siempre hay algo. Nosotros por ejemplo siempre
que presentamos algo, tratamos de que no sea lo mismo. Estamos en una etapa
creativa. En donde tenemos más la intención de encontrar respuesta hacia lo que
nosotros estamos haciendo y de estarnos cuestionando hacia nosotros mismos.
Nunca tratamos de bailar exactamente lo mismo. Casi todas nuestras propuestas
tienen esa peculiaridad de que son piezas inconclusas pero a la vez son piezas
bien hechas, concretas con todo un proceso”.
Esta coreografía estuvo
pensada para dos personas precisamente por los dos estados que están trabajando,
lo voluble y lo concreto. Nace porque Gabriel Ledón y Rubén Valencia
intérpretes de esta obra, trataron de conjugar varias disciplinas como las
artes plásticas y la literatura para encontrar un conocimiento a partir de ellas.
El coreógrafo tenía ganas de montar algo, pero también tenía ganas de preguntarse
qué era lo que quería montar y ese fue el detonante para ir armando toda la
pieza según me cuenta.
SOBRE
LOS REFERENTES ESCENOGRÁFICOS
Fotografía: Cortesía Ren.acida Fotografía |
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Fotografía: Cortesía Ren.acida Fotografía |
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LOS
RIESGOS Y CONFESIONES DE LA OBRA
Esta obra tiene la particularidad
de manejar la improvisación que hace que la obra pueda funcionar o no, con los
efectos que se requieren en el momento que se está llevando a cabo. Es un
primer riesgo. “Una anécdota que tenemos
es que cuando bailamos en Aguascalientes y no conocíamos a nadie, no teníamos
el teléfono de nadie”. Aclaro que en esta obra se realiza una llamada
telefónica en directo y al azar. “Tuvimos
que llamar a una pizzería y pedimos un presupuesto de cuánto salía una pizza
para 700 personas de las que estaban ahí en el teatro. La mujer que contestó
pues realmente no sabía de qué se trataba nada, ni qué estábamos diciendo y
terminó contándonos una historia súper interesante. Por ejemplo ese tipo de
cosas, las personas nunca saben que les vamos a llamar y siempre les llamamos a
las personas que sabemos que no apagan su celular” comenta Gabriel
En la primera llamada de
teléfono que se hace en el escenario en directo hay una especie de confesión.
Un segundo riesgo. “Esa confesión realmente
sí son confesiones (del momento) porque para empezar siempre nos estamos
grabando Rubén y yo. En los ensayos, a veces salen chismes. Sabemos que va a
salir algo, pero no sabemos qué. A veces son chismes, a veces son otras cosas.
Yo hago la llamada o ahora tú la haces. Esa es nuestra manera de encontrar algo
diferente en cada función, dentro de ese esquema. Nosotros tenemos el esquema
definido, pero digamos los dispositivos que utilizamos para ir hilando son
reales. Trabajamos así y nos arriesgamos. A veces no nos sale. Nos ha pasado,
totalmente.”
Cuando bailaron esta pieza
en Colima comenta Gabriel “hice una confesión de un vestuario que yo perdí y nunca lo confesé en su
momento pero como yo sabía que ahí iban a estar las personas, mis profesores. Todos
se quedaron -sorprendidos- y se hizo
todo un revuelo porque después de tantos años supieron quién había perdido ese
vestuario” Es lo que tienen las obras del coreógrafo, que siempre hay sorpresas.
LA
LÍNEA CREATIVA DE LEDÓN
Fotografía: Cortesía Ren.acida Fotografía |
A Gabriel Ledón le interesa
generar una experiencia a partir de su propia experiencia en ese momento, en
ese lugar preciso y asumir el riesgo que
conlleva ser creadores escénicos. Prefiere tener una sensación de
experiencia que repetir una y otra vez una coreografía llena de movimientos.
“Yo
busco que mi estilo siempre sea real. Es decir que en el escenario no haya
personajes. En el escenario están Rubén y Gabriel siempre o quien esté, y te
vamos a compartir algo que es de nosotros, algo que estamos viviendo en ese
día, en ese momento en especial y con base en eso podemos generar esa
experiencia de comunicar. No solo esta sino todas las coreografías que tenemos.
Realmente yo no busco tanto una estructura coreográfica que se tenga que repetir
y que se tenga que pulir con ensayos. Es decir, lo que nosotros repetimos y lo
que nosotros pulimos es la estructura de la obra. No tanto el movimiento, si te
fijas casi no busco los unísonos es más bien él por su lado y yo por el mío,
pero siempre sabemos lo que va a pasar. Una parte de por qué siempre bailamos
los dos,es porque nos conocemos desde el 2007, entonces su manera y mi manera
de relacionarnos en el espacio está fundada precisamente en eso, en el
conocimiento que tenemos de nuestros cuerpos y de las cosas que sabemos que
podemos hacer.
Coreográficamente
sí hay una investigación de lenguaje y de movimiento pero está supeditada a
todo lo que va suceder en la obra. Es decir, no hago la obra con base en el
lenguaje de movimiento, sino es el lenguaje de movimiento quien acompaña a todo
lo demás. Todo surge al mismo tiempo, todo va surgiendo al mismo tiempo. La
palabra, la poesía, la música. Precisamente en este momento de nuestras vidas
como creadores tratamos de que todo sea por igual, todo va surgiendo. Por
ejemplo, la música nosotros determinamos el tiempo de duración de la pieza, con
la computadora ahí en la mesa. La música la reproducimos desde un software que
nos permite alargar o acortar las escenas y esa, la decidimos nosotros si
queremos algo más largo o algo más corto. Por eso siempre estamos yendo a ver,
a bajarle el volumen o subirle. Eso no se controla desde cabina, eso lo
controlamos nosotros desde ahí (el escenario). En ese tiempo hemos tenido otras funciones
que han durado más y otras que han sido más cortas”.
De hecho el final es curioso
porque Gabriel da un final literal a su obra escribiendo sobre una de las
puertas la palabra fin, pero por otro lado y de manera figurada Rubén da a
entender que la obra es abierta, termina, llegan al fin pero con la oportunidad
de que se pueda manifestar ahí y ahora una nueva idea. Es lo voluble de la
obra.
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PIEDRA
Y PLANTA, UNA OBRA MUY PERSONAL
En efecto Piedra y Planta es una obra muy personal
donde Gabriel se ve reflejado a sí mismo a través de los elementos
escenográficos que incluye en la obra, como por ejemplo, una bicicleta que
aparece simbólicamente en el escenario: “Yo
nunca tuve una bicicleta de niño. Una vez también nos preguntaron que por qué
bailábamos con tenis y la respuesta también viene de otra cosa bien profunda. Cuando
empezamos a montar esta pieza no teníamos un lugar de ensayo entonces nos
prestaron un pasillo por la avenida Revolución que estaba desocupado, un
pasillo con locales cerrados y todo el tiempo estaba así, nos prestaron una
llave. Y ese fue nuestro primer salón de montaje, nuestro primer espacio y como
era piso tuvimos que montar con tenis y se quedó. Ya posteriormente fuimos
teniendo más recursos, cambiamos de salón; ahora sí ya teníamos espejos, más
cositas, pero en honor a esos tiempos en que no teníamos dónde ensayar
decidimos dejar los tenis y por eso bailamos con tenis”.
Quizá esta obra en realidad
habla de las cosas que los dos intérpretes quisieron en la vida. Ya lo dijo
literalmente Gabriel en la coreografía.
LA
ILUMINACIÓN
Para la función de Cuerpos
en Tránsito, les iluminó la artista tijuanense Alejandra Escobedo. Fue una
labor complicada porque Alejandra pidió ver videos para ir trabajando la
iluminación de la obra. El problema fue que todas las obras que enviaron eran
distintas. Con lo cual, le tocó guiarse por la estructura, por los momentos y
escenas. Entonces al momento de trabajar, le tocó hacerlo todo en vivo. Sin
embargo “le dio tiempo de poderse
sumergir en este proceso creativo. Siempre que la vamos a bailar es como si rehiciéramos
el proceso creativo. Nosotros casi no utilizamos los términos remontaje o
ensayos porque si no, nos tenemos que aventar todo otra vez, todo el proceso
creativo. Es interesante, te nutre mucho. Y te digo, conforme la vas bailando, le
vas encontrando cosas” afirma Gabriel.
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LA
IMPORTANCIA DEL PÚBLICO
“Me
interesa muchísimo hacerlos parte de. Así como nosotros damos, nosotros
buscamos que el público sea parte de lo que estamos haciendo nosotros y que nos
permitan a nosotros ser parte de lo que ellos están experimentando, sabes la
reacción que tiene la gente porque es la misma que nosotros tenemos en el
escenario ya que no sabemos lo que va a
pasar. La experiencia del público en ese momento, es también nuestra
experiencia porque también nosotros estamos experimentando algo nuevo, algo que
no tenemos previsto y algo que tenemos que saber responder a esos estímulos. Y
claro, eso también te viene evidentemente con la experiencia y con la práctica
porque tenemos las herramientas para ir en ese momento, articulando ese
discurso” afirma Gabriel.
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Ha quedado manifiesto que la
obra de Gabriel tiene aires
muy performáticos, porque cada vez que se presenta -a donde quiera que vaya- es única. Es una obra en la que no sabes qué va a suceder. Incluso Gabriel no sabe si va a salir bien, porque conoce la estructura de la obra pero no sabe si sus detonantes le van a fallar o no en ese momento; solo sabe que le gusta lo real. Que su línea de acción no tiene que ser repetitiva porque piensa que puede explorar otros caminos donde su creatividad va más allá de la repetición que obliga a veces una coreografía. Con lo cual su propuesta no deja de ser interesante porque a él le interesa ser él y mostrar al público un poco de la nobleza de su personalidad, lo que es verdaderamente humano y compartirla con su público. La forma de hacer puede ser la misma pero, la experiencia artística jamás, por eso Piedra y Planta es voluble y concreto.
muy performáticos, porque cada vez que se presenta -a donde quiera que vaya- es única. Es una obra en la que no sabes qué va a suceder. Incluso Gabriel no sabe si va a salir bien, porque conoce la estructura de la obra pero no sabe si sus detonantes le van a fallar o no en ese momento; solo sabe que le gusta lo real. Que su línea de acción no tiene que ser repetitiva porque piensa que puede explorar otros caminos donde su creatividad va más allá de la repetición que obliga a veces una coreografía. Con lo cual su propuesta no deja de ser interesante porque a él le interesa ser él y mostrar al público un poco de la nobleza de su personalidad, lo que es verdaderamente humano y compartirla con su público. La forma de hacer puede ser la misma pero, la experiencia artística jamás, por eso Piedra y Planta es voluble y concreto.
PIEDRA
Y PLANTA
Coreografía y Dirección: Gabriel Ledón. Intérpretes: Rubén Valencia y Gabriel Ledón. Música Original: Marte Lord. Iluminación:
Alejandra Escobedo. Producción General:
Cuarto Fractal. Asistencia de
Producción: Óscar Delgado. Colaboradores:
Producciones Escobedo, Conservatorio de Danza México. Fotografía: Cortesía
CECUT
*Ivone Morales: Lic. en Comunicación, egresada de la Licenciatura en
Danza, Maestrante en Investigación de la danza, Cenidid Danza, INBA. Bailarina,
maestra, coreógrafa, investigadora de danza. Actualmente es Maestra Residente
del Conservatorio de Danza México.
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