Por: Ivone Morales
Fotografía: Adrán Flores |
Lizarazo
reflexiona en la hermenéutica como un nuevo escenario para pensar el mundo de
la imagen, en el que no solo las estructuras son importantes sino todo el
movimiento humano y social. Habla de una apertura de sentido y/o conexión del
mundo que busca comprender más allá de la lógica de la semiótica. Habría que
situar a Minerva Tapia en su contexto fronterizo “es una ventaja tener la frontera tan próxima y un gremio dancístico
que históricamente ha buscado esa conexión y que nunca ha habido eso de la
frontera artística sino que es una región más libre, hay una expresión, sin
bordos” (Tapia, entrevista, 2009 en Valenzuela Arce, José Manuel, 2012, p.
163).
Es a
través del lenguaje mismo -dice el autor- con el que plantea esta forma de
comprensión. Intenta llegar a la singularidad de una obra y encontrar inclusive
el estilo de un creador: intereses, presiones, obsesiones y deseos del autor.
En el caso de Minerva la mayoría de las obras del Grupo de Danza Minerva Tapia
tienen una temática fronteriza, hablan de imágenes que han detonado la
inspiración creativa desde su infancia y juventud. Minerva Tapia afirma que “es imposible no darse cuenta de la
violencia que hay en estos espacios fronterizos, los cambios en las personas
que viven en esta región, en la percepción de la ciudad, en la forma de
conducirse en esta ciudad y, por consecuencia, reflejamos estos cambios en
nuestro sentir y en nuestros cuerpos, y yo, en específico, los reflejo en la
danza, en el escenario, en la coreografía. La violencia ha impregnado mis
trabajos de estos últimos años…” (Ibid., p. 163).
Entonces las coreografías
de Tapia recrean elementos importantes de la vida cotidiana en la frontera,
tanto por sus temáticas, como por los espacios que son definidos. Hay que
entender que la interpretación que se hace de una obra según Lizarazo, no es
una mera reproducción de lo que se vio, ni una réplica; es una nueva creación
del comprender que es lo que voy a intentar realizar con este texto que escribo.
Gadamer
dice que para interpretar una obra hay que posicionarnos desde una pertenencia
histórica, es decir no es lo mismo interpretar la obra de Danza indocumentada
hace diez años que ahora “porque no hay
posibilidad de superar el tiempo del que surgimos” (Lizarazo Arias, Diego,
2004, p. 33). Inclusive porque se pueden agregar nuevos elementos a la
coreografía que pudiera ampliar la interpretación, porque cambian los
intérpretes como así ha sucedido o porque el concepto de migración se amplía
según factores socioeconómico-cultural de la ciudad.
Ricoeur
por ejemplo, integra comprensión y explicación al sentido de la obra. La trama
tiene su función referencial de dar forma a la experiencia temporal. El mundo del
texto dice Ricoeur entra en el mundo real ya sea para confirmar o para negarlo.
Danza Indocumentada y Cuerpitos fronterizos entran al mundo real para confirmar
algo que existe, que se vive en la vida diaria y que es inevitable negarlo.
Entonces
se entiende que el arte “no es una
instancia de la realidad, un espejismo separado del mundo, sino que se trata de
una acción que nos permite des-componer y re-componer nuestra experiencia de la
realidad” (Ibid., p. 46). Es la interpretación de una realidad, hecha desde
el lenguaje dancístico.
Para
entender las obras de Tapia intenté considerar lo que Ricoeur plantea de la
hermenéutica, no renunciar al espíritu crítico, ser emancipadora, y no radical
por su condición de finitud del tiempo, ni buscar una reflexión total ya que
tiene una relativa autonomía. De Gadamer me
interesó retomar para este análisis, el término de una comprensión abierta y capacidad de escuchar lo que nos quiere decir el otro. “Todo conocimiento es constitutivamente
interpretativo” (Ibid., p. 30). Debe estar dispuesto a acceder a su
lenguaje como hilo conductor, recurso básico del ser humano para adquirir mundo
por medio del horizonte del preguntar.
Cuerpitos Fronterizos (2008)
Coreografía:
Minerva Tapia. Música: Eduardo
Gamboa, Carlos Libedinsky. Textos: Estela
Alicia López Lomas – Esalí. Voz: Alma
Delia Martínez Cobián. Intérpretes:
Idolina Armendariz, Claudia Valdés, Melissa Loza, liliana González y Gustavo
Nava. Diseño de vestuario: Minerva
Tapia. Realización de vestuario:
Margarita Hernández. Iluminación:
Ismael Hernández. Duración total: 24:06 minutos. Estreno: 26 de abril de 2008, 8:00 PM. (Presentado en el marco del
X aniversario de la Muestra Internacional de Danza Contemporánea Cuerpos en
Tránsito). Lugar: Sala de
espectáculos del Centro Cultural Tijuana, Tijuana B.C.
"El cuerpo de la mujer, arca de
asombros: dotar cuerpitos, asilar sueños. Mas, a estos cuerpitos, a estos
sueños, ¿qué les depara el destino?, eterno visitador, el dolor, que consume
tantas veces invisiblemente tras el maquillaje el cuerpo y el alma de la mujer” como
parte del texto de Esalí. La motivación que detonó Cuerpitos fronterizos sucedió durante un
entrenamiento de danza, cuando se percibía el intenso olor a cuerpo quemado que
llegaba al salón de ensayo proveniente del cercano Servicio Médico Forense.
La
coreógrafa quiso manifestar en Cuerpitos fronterizos cuatro experiencias del
cuerpo humano, recreadas a través de la danza: el cuerpo que trafica drogas
(las mulas), la forma del cuerpo o el afán de conseguir un cuerpo perfecto, la
degradación o la preocupación por querer transformar el cuerpo con cirugías estéticas
y el cuerpo maltratado. Es el maniquí quien refleja el cuerpo ideal y que los
seres humanos se quieren ver reflejados en ellas.
Considero
los siguientes elementos para
indicar que la coreógrafa quiso decir eso y no otra cosa como: los maniquís reflejo
del cuerpo perfecto, los vestidos de mujeres, otra bailarina que trae falda y
blusa corta mostrando su figura del cuerpo, el texto de Esalí que habla de ´a
la mula, mulita´ hay signos lingüísticos y fónicos claros con la voz de Alma
Delia de que habla del cuerpo de una mujer, el polvo blanco que espolvorean en
el escenario o el humo que refleja la droga, la música inclusive con matiz
sensual. También encuentro movimientos sensuales que proyectan hasta
frustración por querer tener un cuerpo ideal. El final de la obra la encuentro
representativo porque terminan en la misma pose que los maniquíes.
Danza Indocumentada (2005)
Coreografía: Minerva Tapia. Música
original: Aaron Hisenfeldt. Intérpretes: Julie Schechter, Renee Forrester, Marc Nunez,
Joshua Marin-Hepfl, Rigel Camba. Imagen:
Roberto Rosique. Vestuario: Minerva
Tapia. Diseño de iluminación: Elisha
L. Griego. Duración: 7:08 minutos. Estreno: 28 de abril de 2005. Lugar: Claire Trevor Theatre, Irvine
California.
Estas
son emociones, sentimientos y actitudes que definen una condición que ha
propiciado cerca de tres mil fallecimientos en la última década, cuando inició
la operación Guardián y se instalaron los muros metálicos en la frontera de
3100 Kilómetros que divide, pero no separa México con Estados Unidos. En esta
obra la coreógrafa quiso trabajar constantemente con las emociones proyectadas
en el cuerpo de las personas migrantes que se disponen a cruzar la frontera
entre México y Estados Unidos. Es el miedo, acecho, temores, vulnerabilidad, el
hecho de sentirse perseguidos, vigilados, expectantes pero a la vez con la
esperanza puesta en cada acción o movimiento.
Tomé
en consideración los siguientes elementos para indicar que Tapia quiso hablar
de la migración fronteriza y no otra cosa tal como: El vestuario en los dos vestidos para mujeres y tres pantalones
con camisa con cruces. Es la cruz de la muerte como la constante persecución o
riesgo que corre el migrante que intenta cruzar la frontera. La cruz en la
espalda: la cruz que cargan. La iluminación: hay un fondo rojo que es el
peligro constante, la luz diagonal, es la luz de la migra, la luz horizontal es
la luz del bordo fronterizo. Silbidos en el escenario en el que avisan que la
migra está cerca. Los gestos de desesperación, de persecución o de lamentación
constante. Los brazos abiertos que representan la cruz, el sacrificio.
Cuando
se acuestan al suelo y pedalean es el andar constante e incansable. Las miradas
continuas al acecho, repetidas veces ven a lo lejos o se limpian el sudor. Señalan
con la mano a una dirección: el norte, el sur, México-Estados Unidos. Hay
saltos marcados de desesperación por querer alcanzar o subir el bordo. En dos
ocasiones hacen el gesto de comer una fruta y es el hambre que representan los
migrantes cuando deciden cruzar la frontera. Se persignan constantemente en
señal de encomienda a Dios. También hay una acción de remar que se hace en movimiento. El final es muy
representativo: una se siente avergonzada con su cuerpo que ha sido acosado, la
otra quiere continuar el camino, otro acecha con la mirada, uno lograr cruzar
la frontera y por último el otro que se regresa al escenario representa al
migrante deportado.
Datos del coreógrafo y el grupo
Minerva
Tapia es Doctora en Estudios Críticos de Danza de la Universidad de California,
Riverside (2014) y en sus más de 20 años que lleva dirigiendo el Grupo de Danza
Minerva Tapia ha querido consolidar al grupo creado en 1995 como referencia de
la danza en la región fronteriza Tijuana-San Diego, definiéndose como una
agrupación binacional. Ofrece una propuesta coreográfica construida desde dos
elementos de gran trascendencia en los procesos culturales contemporáneos: las
fronteras y la interculturalidad a partir de obras que recrean críticamente temas
que han adquirido relevancia internacional como son los procesos migratorios
(Danza indocumentada, Ellas danzan solas), los feminicidios de odio en Ciudad
Juárez (La familia Juárez), la vida en la industria maquiladora (La maquinita
de Juana), los ejecutados por el narcotráfico (La cobija), así como otros temas
desarrollados con resolución coreográfica e interpretativa.
José
Manuel Valenzuela dice en su libro ´Nosotros.
Arte, Cultura e Identidad en la frontera México-Estados Unidos´ que las
obras de Tapia “convocan a la reflexión
mediante la conjunción de narrativas que abrevan en el performance, la danza
contemporánea, la plástica, la literatura, la investigación académica,
audiovisuales y, por supuesto, la música” (Valenzuela Arce, José Manuel,
2012, p. 156). Y es verdad. Es interesante cómo ha ido creciendo con el tiempo
y a través de la danza -quizá no nada más con Tapia sino con otra gente- esta
manera de interpretar culturalmente la frontera.
En el caso de Minerva a raíz
de sus investigaciones, de sus estudios de Maestría y Doctorado ha ido creando propiamente
un concepto de danzas fronterizas,
precisamente por su temática, contexto y lenguaje. Entonces coincido con el
material que pudiera encontrar y que digan que Minerva sienta interés por
trabajar dichos temas, puesto que su vida la ha hecho aquí y es lo que le
concierne. Además lo reconfirma en las obras.
Bibliografía
Lizarazo
Arias, Diego. “Hermenéutica: el horizonte del sentido” en: Íconos,
figuraciones y sueños: Hermenéutica de las imágenes. México, Siglo XXI, 2004.
Valenzuela
Arce, José Manuel. Nosotros, Arte, cultura e identidad en la frontera
México-Estados Unidos. Culturas Populares de México. Conaculta. México.
2012
Programa de mano
Gala
Dancística del XX aniversario del GDMT. Grupo de Danza Minerva Tapia. Centro
Cultural Tijuana. 5 de septiembre de 2015
Link de internet
Información
de coreografías de Minerva Tapia
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