El Insomnio y la
ociosidad como deficiencias humanas vistas como causa-efecto respectivamente se
encuentran opacadas por hábitos alimenticios, actividades físicas y
emocionales, preocupaciones con la familia, conflictos especiales con alguien,
cantidad de trabajo o autoestima que en su medida perjudican la eficiencia
laboral de una persona.
Por: Ivone Morales
Dos padecimientos
sociales invaden con potencia a las personas que continuamente llevan una vida
ajetreada o una rutina sin mayor quehacer que la ´nada´. Por un lado se
encuentra el INSOMNIO, visto como un
desequilibrio en el sistema nervioso que provoca la ausencia de sueño y una
excesiva preocupación por llevar pendientes o situaciones que aprehenden a las
personas y, por otro lado, la OCIOSIDAD
que la padece quien continuamente sufre de un desgane por laborar con poca y
absurda creatividad.
¿Cuál de las dos apela
más contra la sociedad? Si las dos pueden actuar como causa o efecto de ineficiencia laboral en la medida que afecte
la susceptibilidad del ser.
No saber dormir o
realizar actividades libres implican aparentemente rasgos negativos de poco
interés que en el fondo manifiestan una amplia explicación o respuesta a muchos
jefes en el trabajo. El insomnio por sí mismo no es una enfermedad, pero sí es
un indicador de que se está viviendo la vida demasiado rápida.
“Las
preocupaciones o pendientes que uno tenga, nuevas cosas que se agregan y que
uno deba cumplir, penas que se hayan acumulado o realidades que ya pasaron,
pero que no acaban por reconocerse como tal sugiere la ausencia del sueño”,
comenta la psicóloga Celina Aguirre.
El mal dormir como
causa probable de trastorno mental implica psicológicamente un miedo por
realizar ´algo´o un sentimiento de culpa por un hecho de la cual no se confía
en el proceso de vida que podría cambiarse con pensamientos positivos.
No en todos los
casos se da porque, hay personas que padecen de insomnio ligero y realmente
resulta hasta óptimo cuando se les avecina un viaje o una boda, por poner un
ejemplo, entonces la perturbación de sueño se vuelve tolerable ante la espera
de tal hecho.
Dormir no es un
estado pasivo, por el contrario es una
actividad. Y el no dormir es un desequilibrio que se origina básicamente por una
debilidad de la célula nerviosa que no recibe los elementos principales para
sus propias necesidades y se ve degradada por residuos y otras sustancias
tóxicas como el alcohol, tabaco o café.
El insomnio se
vuelve crónico cuando los hábitos personales sufren cambios constantes.
“La gente que por
mucho tiempo se priva del sueño puede llegar ser una persona irritable, llegan
a tener dificultades para pensar claramente y concentrarse en su trabajo” opina
la psicóloga Aguirre.
Las personas
ambiciosas por ejemplo, sufren de insomnio y además de dolor de cabeza porque
sólo piensan en su trabajo o deberes repitiendo lo que sucedió en el día
anterior. Las personas
melancólicas también pueden sufrir de insomnio porque si no es demasiado astuto
como para esconder lo que piensa, durante la noche, se puede encontrar
fácilmente cómo se esfuerza para empeorar su humor.
Tal es así que, el
organismo nunca recupera el sueño perdido de una noche porque al otro día no se
puede tener más de lo que el sueño exige pero, sí se puede compensar.
La verdad es que
estos dos temas, que pueden resultar simples de ver, en su exceso y a la larga
causan un daño a la creatividad y al rendimiento en cualquier sentido, tanto para
una persona que dedica un trabajo totalmente racional, como el que es artista. En
ese sentido, esto es una especie de llamamiento a revisar el estado en el que
estamos diariamente y darnos cuenta de cuándo perdemos el sueño y porqué, y cuándo
caemos en la ociosidad extrema de tal manera que, siempre seamos conscientes de
que el tiempo perdido jamás se recuperará.
Ya en el siguiente
artículo, mostraré la segunda parte de este tema, donde trataré un poco la
narcolepsia, la ociosidad como contraparte y disfunciones. No se lo pierdan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario