Por: Ivone Morales
Cristóbal Reyes el maestro español que ha formado a los mejores bailaores de flamenco del mundo, tío del gran bailaor Joaquín Cortés, estuvo en Tijuana en el mes de octubre para impartir in curso de flamenco en el Conservatorio de Danza México. “Yo he venido antes a tomar otros cursos, a dar otros cursos en diferentes sitios y bueno ahora donde en realidad me siento más feliz por estas aulas tan maravillosas, de este grandioso conservatorio, es en donde me siento más feliz, en donde me siento más libre, no me siento presionado por nadie. Eso al maestro lo hace muy feliz, cuando no se siente presionado. Es la primera vez que me estoy sintiendo más feliz aquí en Tijuana”.
Cristóbal Reyes el maestro español que ha formado a los mejores bailaores de flamenco del mundo, tío del gran bailaor Joaquín Cortés, estuvo en Tijuana en el mes de octubre para impartir in curso de flamenco en el Conservatorio de Danza México. “Yo he venido antes a tomar otros cursos, a dar otros cursos en diferentes sitios y bueno ahora donde en realidad me siento más feliz por estas aulas tan maravillosas, de este grandioso conservatorio, es en donde me siento más feliz, en donde me siento más libre, no me siento presionado por nadie. Eso al maestro lo hace muy feliz, cuando no se siente presionado. Es la primera vez que me estoy sintiendo más feliz aquí en Tijuana”.
Con su amable sonrisa y su
carácter andaluz nos cuenta en entrevista que un buen bailaor de flamenco
necesita tener únicamente pasión. “Si uno
tiene pasión por algo, esa pasión es trabajo, es sacrificio, es esclavo del
arte y esa esclavitud del arte hace la belleza para la gente que lo vive”,
asegura.
El distinguido maestro Reyes
inició desde muy joven en el flamenco. Dice
“en mi época en Córdoba, bailaba para los señoritos, cuando los señoritos
cenaban, dejaban a los flamencos en la cocina, esperando que tomaran el postre y
llegaban los flamencos a divertirlos, en un saloncito que tenían, riéndose y
éramos los bufones”. Con lo cual, -platica el maestro- se cansó de divertir
a la gente. Consideró que tenía un poquito de conocimiento y ganas de bailar,
por tal motivo emigró a Madrid. Y ahí fue donde se desarrolló profesionalmente
y donde logró consolidarse. Él dice que en aquélla época -en Madrid- había ido
con Antonio Ruíz Soler conocido como Antonio el Bailarín. “Nos llevó a bailar de ´tablaito´, pero me corrió al mes, dos meses y
pico. Y me corrió, yo era muy travieso
pero me quedé bailando en Madrid en los tablaos flamencos y como yo sabía que
tenía que curtir porque era mi vida, mi pasión, era mi fuego interior. Estudié
mucho. Y eso me hizo llegar a los 5 añitos -despues- a tener el Premio Nacional de la
Danza flamenca en España”
Su estilo en el flamenco
Toda su vida se dedicó al
flamenco. Es bailaor, maestro, coreógrafo y director. Ha fundado su propia
compañía de flamenco. Impresionantes espectáculos. Tiene su reconocida academia
´Amor de Dios´ en Madrid, actual lugar de residencia. Uno de los espectáculos
más importantes que montó fue ´Cinco
bailaores´ donde se juntaron Adrián Galia, Cristóbal Reyes, Joaquín Cortés,
Antonio Canales y Joaquín Grilo; gala que sentó bases para que el flamenco
tomara un nuevo rumbo. Su gran experiencia le ha llevado a conseguir un estilo
único en este género. Irremediablemente él lo que hizo fue elegir lo mejor que
se podía adaptar cómodamente al cuerpo, de otros grandes del flamenco y
reconstruir su propio estilo. Y es notable su estilo y si una persona ve bailar,
por ejemplo a Joaquín Cortés es una gota de agua del maestro Reyes. “A ver, no me voy a comparar con estos
grandes genios del mundo no, pero Picasso se hartó de pintar la pintura
clásica, cuando se hartó de pintar la pintura clásica, empezó a investigar
otras cosas y de ahí fue depurando. Unas cosas le salieron horribles, otras
cosas maravillosas. Igual le pasó a Dalí. Cuando una persona, domina lo que en realidad ha soñado toda su vida,
llega un momento que cuando cree que lo ha dominado y lo tiene muy superado,
trata de investigar, trata de mejorar y trata de abrir algo nuevo, sin perder
lo que es la raíz del flamenco. Siempre con el toque y la raíz y la simetría de
la columna de lo que es el flamenco. Antes, la gente daba una ´piroueta´ con un
tacón en demi plié. Hoy un bailarín flamenco te puede pegar siete ´pirouetas´
maravillosas divinas dentro del flamenco, aflamencadas, no como bailarines. Y
eso actualmente queda sensacional. Se les ve actualmente a las grandes gentes
bailaores que hay que pegarse esa ´piroueta´. Como mi sobrino, como Joaquín (Cortés) que fue el creador del flamenco progresivo
de un flamenco fusión. Y de ahí han copiado mucho. El problema que hay hoy con los bailarines o las bailaoras es que sin
aprender bien lo que es el flamenco empiezan a funcionar y esa función es mala.
Porque no han aprendido la raíz de la verdad. Entonces si uno no aprende la
raíz de la verdad del flamenco, el funcionar si no has conseguido eso, salen
cosas muy feas, muy horribles y de risas. Pero la persona que baila muy bien
flamenco y empieza a hacer cosas, a explorar dentro de esa técnica que tienen
del flamenco son buenas” comenta.
Por eso en la actualidad a
Cristóbal Reyes le gusta más enseñar que coreografiar porque “coreografiar pa´ gente que tiene que
aprender muchísimo, no tiene sentido. Entonces me gusta más enseñar, corregir y
después cualquier cosita que se haga en coreografía si la gente tiene una
cultura del cuerpo de los brazos, del sentido, de lo gitano. Esa coreografía
por muy mala que sea, estará muy bien bailada. Y eso es maravilloso”.
¿El flamenco se nace o se hace? Para
el maestro Cortés “hay flamencos que son
torpes, hay flamencos que son brutos, hay flamencos que son finos, hay
flamencos que le dan importancia a lo que hacen”. Sin embargo, considera
que él prefiere el flamenco que tiene arte y si está tocado con la manita de
Dios, dice “eso no se aprende”.
Sobre la gitanería en el flamenco
Cortés afirma “sin el gitano no existiría
el flamenco. El flamenco existe por la etnia gitana. Un gitano cuando lleva al
niño a la escuela por la mañana tempranito, le pone flamenco, no se preocupa de
a lo mejor vestirlo muy bien, muy elegante, sino se preocupa de -decirle- que no te pelees con nadie y ya sabes,
mientras le estás hablando, está bailando flamenco. Y la raza blanca cuando
llevas a un niño a la escuela, le echa su colonia, lo peina muy bien, que sea
educado, que no te pelees con nadie y en todo eso no hay música, no hay nada.
Hay una seriedad la que hay ahí, cuando están vistiendo a un niño. Entonces la raza blanca que se cría a lado de los gitanos, en el barrio
de los gitanos y le gusta el flamenco. Eso lo hace muy bueno el flamenco porque
está mamando del gitano. Si no se crían con los gitanos, se hacen bailaores, de
a ver, ¿cómo te diría? de plástico, bailaores sin nada adentro, bailaores
técnicos sin sentir en sus entrañas nada, pura técnica. Son plásticos. Esa es
la diferencia. Yo veo bailar a 20 mil payos -que les llamamos nosotros- o
payas, que estudian, que hacen de todo y estando en una fiesta, nos estamos
divirtiendo, en una boda, en un bautizo y sale un gitano, o una gitana que no
ha estudiado nunca y sale bailando, y todos los payos señores solo de ver a ese
gitano o a esa gitana levantando los brazos. Esos no se han puesto nunca en un
estudio, no han aprendido nada. Eso es lo que llevan en la sangre. Eso se
entraña. Eso es el flamenco”
Con todo ello, el maestro reitera
que el flamenco no está peleado ni con el ballet clásico, moderno o el
contemporáneo. Al contrario, él en su vida tuvo que estudiar ballet, y tomó
clases de ballet para aprender a colocarse, a girar, etc. Y aunque está
especializado en flamenco, a día de hoy es capaz de corregir los brazos -para
hacer una pirouette- de un bailarín
clásico. “Yo he utilizado contemporáneo -en el flamenco- les he
dado clase a los bailarines de las grandes compañías de los grandes ballets de
España, de México del INBA para que el mismo clásico tenga la misma fuerza que
tiene el flamenco. Entonces, claro si yo agarro a un contemporáneo dentro de
las facilidades que tiene para bailar, los modero”. No hay bailarín que se le resista a la fuerza
y al enigma del maestro.
Cristóbal Cortés ha tenido
múltiples experiencias en su vida como artista, ha conocido a grandes
personalidades en el mundo, ha tenido en sus manos a los mejores bailaores de
flamenco, ha conocido reyes de grandes monarquías. Una vida digna de escribir
para un best seller. Cuenta en
entrevista que lo ha hecho todo, que no ha dejado nada en el tintero, que solo
le hace falta subirse a un globo, que le dan miedo los sicarios, los
terremotos, los ciclones y la gente que ve venir que es mala. También tiene la
creencia de que no puede hacer un cante flamenco para burlarse de los flamencos
porque le da mal bajío -como dicen
los gitanos- o mala suerte. Y carga siempre con la virgen de Guadalupe porque
México es como su segundo país.
.
Nunca ha pasado por el quirófano
por causa del flamenco dice “gracias a Dios tengo una edad y nunca
he sentido problemas. Lo normal, algún tirón, pero nunca he tenido gracias a
Dios ninguna lesión de cadera, de rodilla, ni de pies, ni de tobillos. Yo
pienso que ha sido debido a la técnica que manejo. Entonces la técnica que yo
manejo es tan natural, de los movimientos naturales del cuerpo que no he tenido
lesiones. Las lesiones vienen cuando utilizan algo que no son naturales y estás
esforzando algo dentro de tu cuerpo, de tu rodilla que no es natural y entonces
ahí te rompes”
Nureyev y Cortés
Maestro Cristóbal Reyes con Ivone Morales en Conservatorio de Danza México |
El flamenco en Tijuana
“Tijuana, estáis muy apartados de lo que es el centro, de lo que es la
República. Estáis más a lado de Estados Unidos. Y lo de aquí ha llegado muy
poquito, muy poquito flamenco ha llegado. Hace unos añitos hice lo que fue el
festival de Querétaro, el Festival Cervantino, lo hice con una compañía llamada
Las Cosas del Flamenco, exploré con cada chica del país y lo presenté y vine.
No llegué a Tijuana, pero sí lo hice en Mexicali y en Ensenada. Dentro de los
conciertos, me tocó llegar por aquí. Entonces sí había poquita gente”. Piensa
que desde hace algunos años a la actualidad la gente está yendo más a España y
se desplazan por la República. Por eso es que ahora está empezando a llegar un
poquito más de flamenco a esta zona fronteriza.
Al maestro Cortés le encanta
Tijuana -le ´mola un mogollón´ dice
él- es así que, deja un mensaje para toda la comunidad dancística tijuanense
que ama el flamenco. “El amar es una
virtud para el flamenco. Si no amas el flamenco difícilmente lo puedes
entender. El flamenco hablándolo mal, es una droga que no se puede dejar. Y esa
droga del flamenco es maravillosa. Si le encanta el flamenco. Ya se ve por
dentro en las entrañas que le encanta el flamenco. La persona que no le encanta
el flamenco, lo hace como si fuera de plástico, no hay nada en sus entrañas, le
ves la falsedad”, puntualiza.
*Ivone Morales: Lic. en Comunicación, egresada de la Licenciatura en
Danza, Maestrante en Investigación de la danza, Cenidid Danza, INBA. Bailarina,
maestra, coreógrafa, investigadora de danza. Reside en Tijuana, B.C.
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